La
recomendación de la OMS a los aficionados al fútbol de actualizar el calendario
vacunal antes de viajar a la Eurocopa de 2012 desgraciadamente es ya un
clásico, pero de renovada actualidad tras los casos de sarampión en aficionados
de la SuperBowl.
En el año 2008 la OMS advertía a los aficionados dispuestos a acudir a
la fase final de la Eurocopa del importante brote de sarampión que afectaba al
país desde el año anterior y que hasta septiembre de 2009 produjo un total de 4416
casos. La incidencia más alta, precisamente, se registraba ese año con la increíble
cifra de 27,4 casos por 100.000 habitantes. Durante aquel brote el 92,9% de los
casos se produjeron en personas no vacunadas. La OMS temía que se produjese una
gran importación de casos a otros países europeos y para evitarlo recomendaba a
todos aquellos aficionados que tenían previsto acudir que revisasen y
actualizasen su estado vacunal, en especial frente al sarampión.
De forma similar, en abril del año 2010 el CDC Europeo hacía público su
temor a una diseminación de los casos de sarampión por toda Europa a partir de
los aficionados que acudiesen a la celebración de la Copa del Mundo de fútbol
en Sudáfrica donde se mantenía un importante brote activo en ocho de las nueve
provincias del país. Para evitarlo, de nuevo, hacía énfasis en la importancia
de la vacunación como herramienta para evitar la enfermedad.
Por cierto, en ambas competiciones la selección española de fútbol salió
victoriosa y sumamos dos títulos a nuestras vitrinas que para muchos serán
difíciles de olvidar.
Bien, pues fiel a lo que comienza a ser una cita ineludible para la OMS,
el pasado 24 de febrero publicó sus recomendaciones a los aficionados que
tienen previsto viajar a Polonia y Ucrania donde tendrá lugar este verano la
Eurocopa de 2012. Como no podía ser de otra manera, y dada la situación actual
en toda Europa, el primero de los ocho “key points” que recuerda la OMS hace
referencia a la necesidad de revisar y actualizar el calendario vacunal en
especial frente a sarampión y rubeola.
En este caso la -ya tradicional- recomendación ha cobrado un papel más
relevante, si cabe, al conocerse en EE.UU. la aparición de 16 casos de
sarampión entre los asistentes a la SuperBowl. Dicho evento tuvo lugar el
pasado 5 de febrero y, teniendo en cuenta el periodo de incubación de la
enfermedad, las autoridades sanitarias
temen que un brote pueda desencadenarse en las próximas semanas tras haber sido
expuestas probablemente miles de personas. Este miedo deriva en gran parte del
hecho de que prácticamente ninguno de los casos estaba vacunado y, de que es
probable, que muchos de los 200.000 asistentes tampoco lo estuviesen dada la actual
–e incomprensible- ola de rechazo en EE.UU. hacia esta vacuna.
Estos casos no representan más que un nuevo ejemplo de que la negativa a
vacunarse va más allá de una decisión individual, afectando a todo el conjunto
de la población y -en especial- a aquellos que no pueden vacunarse por razones
médicas, de edad, o de otra naturaleza. Polonia es el país europeo donde más
casos de rubeola se declaran y en Ucrania hay un brote activo de sarampión con
más de 1100 casos declarados durante noviembre y diciembre de 2011. Este
escenario junto a la accesible situación geográfica de ambos países, la época
del año en la que va a transcurrir la competición y la fiebre por el fútbol que
recorre Europa, podrían hacer parecer pequeño cualquier otro brote de no
seguirse las recomendaciones vacunales.
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