jueves, 15 de marzo de 2012

La salud del bebé comienza en el embarazo y las vacunas cuentan


Si alguien nos cuenta que seguir una dieta equilibrada y variada durante el embarazo favorecerá que nuestro bebé nazca con una salud de hierro, ninguno lo pondremos en duda. Nos lanzaremos de cabeza a los lácteos, la fruta, verdura y alimentos con fibra e intentaremos reducir al máximo los dulces, grasas, ahumados y embutidos (¡algunas incluso el jamón serrano!). Así cuidaremos de nosotras y del bebé. No dudaremos en seguir la recomendación de nuestro ginecólogo para tomar suplementos de ácido fólico pensando en obtener un mejor desarrollo neuronal en el feto evitando las enfermedades relacionadas con él. Intentaremos -tal y como nos indican los psicólogos- modificar hábitos de vida para impedir traumas lo que contribuirá a una mejor salud mental del niño que va a nacer. Incluso, despediremos de casa a nuestro querido, y damnificado, gato mientras dure el embarazo para evitarle a nuestro bebé la posibilidad de una enfermedad banal para nosotros, pero mortal para él. Nos compraremos unas zapatillas de deporte y ropa cómoda, renunciaremos a una copa de vino y al tabaco, consultaremos siempre antes de tomar cualquier fármaco, etc., etc. Y todo ello por el temor a dañar la salud de nuestro bebé y buscando que cuando nazca goce de la mejor salud posible.

Bien, pues entre esas medidas que siempre se deben tener en cuenta, es inexcusable que falten algunas vacunas como la de la gripe y la del tétanos. La primera hay que administrarla cada año, por lo que es recomendación asegurada. La segunda dependerá de si ya estamos vacunadas y de cuándo nos pusimos la última dosis.

La vacuna de la gripe es el claro ejemplo de protección a la madre y también al recién nacido. Se sabe que la mujer embarazada es más susceptible al contagio por la gripe y más propensa a sufrir sus complicaciones -entre ellas la muerte- en comparación con otros adultos. Este hecho se ha puesto más aún en evidencia durante la reciente pandemia. A diferencia de otros virus, el de la gripe no suele favorecer enfermedad en el feto, pero en los casos más graves en embarazadas existe riesgo de sufrir aborto espontáneo o parto prematuro. En ninguna guía falta la recomendación de administrar esta vacuna a las mujeres que estén embarazadas durante la temporada gripal. Ahora hay una razón más pues en febrero se ha publicado un estudio que muestra que los bebés de madres vacunadas frente a la gripe tienen menos probabilidades de nacer con bajo peso. Los niños con bajo peso tienen un mayor riesgo de sufrir obesidad, diabetes y enfermedad cardiovascular en la edad adulta. Los autores han calculado que por cada 10 mujeres embarazadas vacunadas frente a la gripe se puede prevenir un caso de recién nacido de bajo peso para su edad gestacional.

La vacuna frente al tétanos es el clásico ejemplo de protección al recién nacido y también a la madre. El tétanos neonatal es una enfermedad habitualmente mortal para los recién nacidos que adquieren a través de la exposición del cordón umbilical a la bacteria Clostridium tetani en partos insalubres con escasa higiene. El tétanos neonatal ha sido un azote de los países más desfavorecidos en los que el acceso a los servicios básicos de salud es deficiente. En el año 1988 la OMS estimó que 787.000 recién nacidos morían por tétanos neonatal y se propuso reducir esa cifra a cero para el año 1995. La principal herramienta para lograrlo: la vacunación de mujeres en edad fértil y en embarazadas. Los anticuerpos de una madre debidamente vacunada protegen al bebé y evitan la enfermedad, ¡así de fácil! Las coberturas vacunales aumentaron, aunque no lo suficiente y hubo que posponer la fecha varias veces. En el año 2008 el número de casos se había reducido en un 92%, pero aún así se produjeron 59.000 muertes en el mundo. Ese año UNICEF puso en marcha una campaña que amadrinó Salma Hayek la cual lloraba en rueda de prensa al relatar como vio morir a un bebé de 7 días por tétanos neonatal en un hospital de Sierra Leona. Actualmente, en febrero de 2012, todavía 34 países no han logrado eliminar esta enfermedad. En España es desconocida, ya que no se ha notificado ningún caso desde hace más de 20 años, gracias a la higiene y la vacuna.

PD: Debe recordarse que algunas vacunas, en cambio, están contraindicadas durante el embarazo como la del sarampión, rubeola, parotiditis, varicela y la vacuna intranasal de la gripe (que no se comercializa en nuestro país), entre otras.

2 comentarios:

  1. Me encanta la información que aporta este cuaderno y el modo de darla. Es interesante para todos y curiosa. No hay que olvidar que las vacunas y los antibióticos han sido una de las armas científicas de mayor impacto. Quizás por eso "todo el mundo opina sobre ellas". La infección, su tratamiento y prevención es un océano de ciencia, anécdotas y humanidad.
    Muchas gracias....o
    P

    ResponderEliminar
  2. Efectivamente, de eso intentaré tratar aquí siempre que el tiempo me lo permita. Agradecido por tu sincronía y opinión.

    ResponderEliminar