Tras 6 años de lucha, la lista de países endémicos de polio vuelve a disminuir y se queda en tres (Nigeria, Afganistán y Pakistán) tras la interrupción de nuevos casos en India durante todo un año
Antes del año 1988 se daban más de 350.000 casos de poliomielitis en el mundo y había más de 125 países con transmisión endémica de polio. La OMS, junto a otras organizaciones como Rotary Internacional, UNICEF o los CDC americanos, consideraron inaceptable esta situación y se puso en marcha la Iniciativa Global para la Erradicación de la Polio. Rápidamente el número de casos, y de países endémicos, fue disminuyendo hasta que en el año 2006 se declaraban menos de 1000 casos al año y tan solo quedaban 4 países endémicos: India, Pakistán, Afganistán y Nigeria. El éxito era incuestionable y el optimismo máximo. Se comenzaba a pensar ya en la inminente erradicación de la faz de la tierra de la polio tal y como había ocurrido anteriormente con la viruela. Desgraciadamente, y por diferentes razones, desde entonces no se habían producido cambios y la lucha había sido, incluso, más costosa que años anteriores.
Por fin hoy, cuando el descenso en el número de casos desde 1988 ronda el 99% en todo el mundo, podemos celebrar una nueva noticia que esperábamos desde hace 6 años: la lista de países endémicos de polio se ha reducido a tres tras comprobar que en todo un año no se han dado nuevos casos en India (el último se produjo el 13 de enero de 2011 en una niña de 18 meses).
Para conseguirlo ha sido necesario el esfuerzo de miles de personas y la puesta en marcha de innumerables iniciativas. Con la OMS a la cabeza, organizaciones como Rotary International, la Fundación Bill y Melinda Gates o UNICEF, entre otras, han tenido mucho que ver en este logro. Algunos todavían tendrán en la retina la imagen de Fernando Alonso, por ejemplo, vacunando niños en calidad de embajador de UNICEF España el pasado mes de octubre con motivo del Gran Premio de Fórmula 1 en Nueva Delhi.
Para conseguirlo ha sido necesario el esfuerzo de miles de personas y la puesta en marcha de innumerables iniciativas. Con la OMS a la cabeza, organizaciones como Rotary International, la Fundación Bill y Melinda Gates o UNICEF, entre otras, han tenido mucho que ver en este logro. Algunos todavían tendrán en la retina la imagen de Fernando Alonso, por ejemplo, vacunando niños en calidad de embajador de UNICEF España el pasado mes de octubre con motivo del Gran Premio de Fórmula 1 en Nueva Delhi.
El optimismo es tremendo y el empujón que este objetivo puede originar a buen seguro nos traerá futuras alegrías, no solo respecto a la polio, sino a otras enfermedades inmunoprevenibles como el sarampión. El gobierno indio ya se ha propuesto, de hecho, centrarse en esta enfermedad en un país en el que el sarampión deja dos terceras partes de las muertes que provoca en todo el mundo.
La lucha continúa y el mantener un país sin transmisión endémica de casos es casi tan costoso como conseguir eliminar la enfermedad. Desgraciadamente, hemos vivido recientes ejemplos como el importante brote surgido en Tayikistán en el año 2010 con 476 casos de polio confirmados tras haber permanecido 13 años sin declarar casos; o el originado en el tercer trimestre del año 2011 en China (donde el último caso autóctono se había dado en 1994). Esto unido a la progresión de casos a final de año en dos de los países endémicos como Pakistán o Nigeria deben hacernos poner los pies sobre la tierra y no vender la piel del oso antes de cazarla.
No obstante, si lo consiguiéramos se habrían salvado miles de vidas y el impacto económico de la erradicación supondría ahorrar, al menos, 40-50.000 millones de dólares en los siguientes 20 años, la mayoría en los países más pobres que podrían destinar esos recursos a la lucha contra otras enfermedades que impiden el desarrollo de su potencial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario